Si el que da primero da dos veces y si al que madruga Dios ayuda, según pontifica la sabiduría popular, parece claro que el actual alcalde de Cuenca, Darío Dolz, al frente de una candidatura del Partido Socialista, parte con ventaja en la carrera electoral que nos llevará hasta el día señalado, 28 de mayo, domingo, en el que las urnas decidirán sobre la certeza o error de esas predicciones refraneras. Cumpliendo lo que había anunciado previamente, la lista en cuestión mantiene algunos de quienes ya son concejales, elimina otros e incorpora varios nombres nuevos. Cada cual, según su criterio personal y preferencias, opinará lo que le parezca, que en eso consiste la libertad de pensamiento y de opinión. A mí me gustaría, en este caso y en todos, que en la lista de candidatos se añadiera una nota indicando qué competencia o actividad se le encargaría en la futura corporación, caso de ser elegido, pero eso me parece que no ocurre nunca, de manera que las candidaturas se eligen a ciegas y luego hay sorpresas cuando descubrimos que Fulano o Mengana no deberían estar en el sitio que se le adjudica. A mí, por ejemplo, me gustaría saber de antemano a quien se le piensa adjudicar las competencias en Cultura, porque sobre este asunto sí que tengo unas ideas muy claras, alimentadas además a lo largo de los años y por tanto, a la hora de votar, no sólo tendría en cuenta las siglas del partido o el nombre del candidato a alcalde sino también, quizá sobre todo, quien va a ser el responsable de un departamento que a mí me parece absolutamente clave para el futuro de esta ciudad a partir de un presente que se me antoja bastante problemático. No se si en el transcurso de la campaña que nos espera habrá ocasión de desvelar ese misterio, o habrá que adivinarlo según se vayan pronunciando los diversos candidatos. Veremos por dónde salen unos y otros.
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