jueves, 23 de febrero de 2023

OBRAS DE REPARACIÓN EN EL REFUGIO

 

Debería haber elecciones todos los meses, da lo mismo el motivo, cualquiera, locales, regionales, referéndums, lo que sea, pero con entidad suficiente para que los responsables de la cosa pública sintieran la necesidad de hacer cosas que ofrecer al respetable público dentro de la imprescindible campaña bien cargada de promesas. Porque cuando llegan las elecciones, desde que se huele la fecha clave de los comicios, pueblos y ciudades hierven de actividad, como si hubiera que solucionar en cuatro días lo que ha estado inmovilizado cuatro años. Que es, precisamente, el tiempo que lleva cerrado el refugio de la calle Alfonso VIII, porque había en él unas goteras que entorpecían la visita. Bueno, pues ya lo están arreglando, con las prisas necesarias para que se pueda abrir cuanto antes. O sea, antes de que llegue el día electoral. Pues bien venido sea. Los turistas lo agradecerán.

domingo, 19 de febrero de 2023

MISTERIOS TRAS LA MALLA

 


No se si algún poeta de los que cultivan la modernidad, esos que buscan y encuentran la belleza del ritmo interior del verso en las palabras más vulgares de nuestro idioma, lejos de las exquisiteces que cultivaron los renacentistas, no se, digo, si alguno de ellos ha dedicado atención a ensalzar los significados que pueden ofrecer a la inspiración las envolturas metálicas que encierran a los edificios mientras sobre ellos actúan, con intención reparadora, diligentes albañiles que, al cabo del tiempo, nos devolverán la visión completa de lo que durante un tiempo queda oculto a las miradas, como si les diera vergüenza que podamos contemplar en directo cómo desarrollan sus manipulaciones técnicas. Hay algo de misterio en esa envoltura, algo también de expectación contenida, porque recordamos cómo era la fachada antes, cochambrosa, desde luego, y ahora no sabemos cómo la van a dejar y qué encontraremos cuando termina este proceso. Por lo pronto, y a título de ejemplo, quizá de inspiración para esos poetas ignorados que a estas horas pueden estar buscando inspiración que anime sus futuros versos, aquí dejo esta imagen, captada en el edificio que hace chaflán en la avenida de la Virgen de la Luz, frente al puente de San Antón. Nada se ve más allá de la envoltura. A la imaginación queda lo que pueda estar sucediendo dentro.

miércoles, 15 de febrero de 2023

ESPERANDO SITIOS ADECUADOS PARA CAMIONES

 


No se cuántas veces van ya, desde hace muchos años, en que los responsables municipales de Cuenca anuncian (o prometen, según las circunstancias) que van a adoptar medidas para preparar en las inmediaciones del casco urbano un aparcamiento para vehículos pesados, o sea, camiones. Supongo que cuando anuncian tal cosa lo hacen con esa boca pequeña por la que se escapan las buenas intenciones, de manera tan leve que no tienen fuerza para consolidarse y pasar a hechos concretos. El caso es que al caer la tarde pero sobre todo los fines de semana, las calles inmediatas a lo que consideramos centro urbano se convierten en un aparcamiento para camiones de gran tonelaje. Los podemos encontrar, sobre todo (como estos de la foto) en la carretera de salida hacia Valencia, a la altura de la gasolinera de Repsol y el McDonald, donde hay varias calles con suficiente anchura como para permitir el desahogo estacional de estos grandes vehículos. Pero no hay problemas: estamos ya en vísperas electorales, lo que quiere decir que uno de estos días los candidatos, todos los candidatos, nos cantarán la promesa eterna: en cuanto lleguen a la alcaldía van a preparar un aparcamiento para camiones.

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domingo, 12 de febrero de 2023

UNA GALERÍA DE ARTE EN EL CASCO ANTIGUO

 


Llegó un buen día en que la ciudad de Cuenca se vio inmersa en un boom artístico, algo impensable hasta entonces en la arisca y arriscada urbe, pero sucedió. El milagro se produjo gracias a una pequeña tropa de visionarios, encabezada por un forastero, Fernando Zóbel, que encontró aquí el soporte justo para desarrollar su sueño, el de abrir públicamente su colección personal de Arte Abstracto español. Eso fue importante, claro que sí, pero a su amparo surgieron otras iniciativas, más pequeñitas, pero igualmente valiosas, en forma de galerías artísticas en las que se ofrecían igualmente obras de muchos autores para que cada cual pudiera ir formando su propia colección de arte. Son nombres ya legendarios, la Sala Honda, la Galería Jamete, El Mirador, La Escalera, Moaxaca, Galería Granero, a lo que se unieron iniciativas semipúblicas, amparadas en empresas económicas, como las tres salas que llegó a tener la Caja de Ahorros de Cuenca o la de la Caja Postal. Todo aquello se evaporó como hace el azucarillo en una taza de café y al esplendor variado de un tiempo sucedió el vacío del actual. Pero eso se ve ahora modificado porque en el corazón del casco antiguo, en el arranque de la calle Alfonso VIII, a dos pasos de la Plaza Mayor, acaba de abrir una nueva galería de pintura, que mantiene el mismo título, Casa Zóbel, que su hermana mayor, la que se abrió hace unos meses en la calle de los Tintes. La iniciativa es de Diego Forriol, que le pone ganas y entusiasmo a la cosa, convencido de que puede funcionar y de que, realmente, en contra de lo que algunos piensan, hay un mercado interesado en adquirir estas obras y reanudar así la vieja y aparentemente olvidada costumbre de invertir en arte. Que le vaya muy bien es mi mejor deseo.

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viernes, 10 de febrero de 2023

OTRA VEZ SE VE EL AGUA DEL RÍO

 


Ya no hay motivos para lamentarse, como es habitual, porque es cierto que hay un amplio rosario de cuestiones que generan comentarios populares en forma de quejas y lamentos. Yo mismo he contribuido a eso durante más de medio siglo de ejercicio de periodismo crítico. Pues ahora toca decir que algo se ha hecho bien y el beneficiario directo es el río Huécar a su paso por la ciudad de Cuenca, o sea, la calle de los Tintes y el Paseo del Auditorio, donde la vegetación había crecido de tal modo que ya cubría todo el espacio disponible, llegando a tapar por completo la visión del río, asunto al que dediqué un ya antiguo comentario. Pues las cosas han cambiado y esa maleza que estorbaba se ha limpiado, eliminado, de manera que el agua limpia del Huécar vuelve a verse, alegre y cantarina, para alegría de sus principales usuarios, los patos y también para satisfacción visual de quienes tenemos gusto por ver el río. Hay una cosa curiosa: el Ayuntamiento, que pregona constantemente las más insípidas tonterías, no ha hecho alarde de esta buena acción. Curioso, sí señor.

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jueves, 9 de febrero de 2023

LIBERTAD PARA ELEGIR

 


Hoy es un día muy importante, o a mí me lo parece. Nos liberan de llevar mascarilla en el autobús, sin que nunca hayan sido capaces de explicar por qué había que mantenerla, cuando hace meses desapareció de sitios mucho más concurridos, como bares, restaurantes, cines y teatros, polideportivos y estadios, comercios, supermercados, centros comerciales y cien sitios más, donde la gente se acumula por cientos o millares. Pues nada, se empeñaron en los autobuses y demás medios de transporte y les ha costado un poco bajarse del burro, pero finalmente lo han hecho y eso nos devuelve, sobre todo, la libertad de elegir. El que quiera seguir llevando mascarilla, que la lleve, nadie le va a molestar. Y los que pensamos que es un objeto perfectamente inútil e innecesario, nos libramos de ella. Así de sencillo.

 

miércoles, 8 de febrero de 2023

EL MAGNÍFICO ESCUDO DE CASA COTILLAS

 


No es cosa de organizar un campeonato para dilucidar quién tiene o dónde está el escudo más grande de la provincia de Cuenca, pero sin necesidad de llegar a ese presunto (e innecesario) torneo, se puede llegar con cierta aproximación a la conclusión de que el blasón situado en la fachada principal de la Casa Cotillas, en Pozoamargo es, desde luego, uno de los mayores y vistosos de cuantos aún figuran colocados en las nobles portadas de los numerosos edificios señoriales que aún podemos contemplar.

Pozoamargo no es uno de esos lugares provincianos que han podido ser distinguidos con los honores de la publicidad institucional, que siempre insiste en los mismos sitios, como si no hubiera otros. Pues los hay, y este es un buen ejemplo. La villa se encuentra en la zona septentrional de la Mancha, una vez que superada las carreteras N-III y A-3 nos internamos en la amplia llanura que ocupa toda la mitad inferior del mapa provincial y desde luego bien merece una visita detenida, pues son varios y muy notables los méritos que tiene. A pesar de las inacabables modificaciones introducidas por la evolución urbanística de los últimos tiempos, conserva aún un interesante patrimonio edificado, en forma de casonas señoriales con excelentes portadas, escudos y rejería tradicional, datadas en los siglos XVII-XVIII.

Una de ellas es Casa Cotillas, situada en la Plaza, frente a la iglesia, una construcción del periodo barroco tardío, de dos plantas, con una espectacular portada coronada por enorme escudo señorial. Se trata de un espléndido ejemplo de la casa señorial manchega, con un espacio residencial de suma elegancia, que tiene adosado el destinado a las faenas agrícolas. La fachada, muy restaurada, es de piedra vista y ostenta una magnífica colección de rejería, cuatro en la parte baja, dos a cada lado de la portada y tres en la planta superior. Tras la puerta se abre un porche que da acceso al patio y las caballerizas mientras que por una escalera se accede a la vivienda.

Merece la pena dar un paseo por estas tierras de la Mancha y hacer escala en Pozoamargo para ver en directo y al natural esta espléndida casona y el sorprendente escudo que ocupa el lugar de honor de su fachada.

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A VECES, ES MEJOR EL SILENCIO

 

Con cierta frecuencia se formulan quejas sobre la escasa atención que las cosas, gentes y lugares de la provincia de Cuenca merecen de los medios informativos nacionales, con destacada mención a lo que hace la primera TV del país, la más pública de todas, que para eso es La 1, de manera que cuando por rara casualidad aparece en esa cadena alguna noticia (que no sea la habitual: un crimen o una desgracia similar) dan ganas de soltar las campanas al aire para celebrar el acontecimiento. Por fin, algo de Cuenca en la tele, debimos pensar muchos cuando al filo de las dos y pico de la tarde, la meteoróloga reconvertida en presentadora y comunicadora (milagros de la susodicha tele) Mónica López, responsable de un magazín titulado “Ahora o nunca”, anunció que cámaras y reportero enviado especial se habían acercado hasta un lugar llamado Saelices, en la provincia de Cuenca, sentimos algo parecido al regocijo. La alegría duró el tiempo justo de que empezara el susodicho reportaje. Parece mentira cómo en tan poco tiempo se pueden decir tantas banalidades, insulseces y tonterías; desde luego, nada que sirva para trasladar a los espectadores, se supone que de media España, un mínimo de contenido informativo o documental sobre las características urbanas y sociales de ese lugar. Eso sí, el reportero (o lo que sea aquel individuo que iba vociferando por las calles micrófono en mano) planteaba a los lugareños que iba encontrando al misma apasionante pregunta: si conocían y habían estado alguna vez en Segóbriga. Como es lógico, todos contestaron lo más elemental: por supuesto que conocían el lugar, por supuesto que lo habían visitado muchas veces. Y así, con la inserción de imágenes de la ciudad hispano-romana, culminó el estúpido reportaje que, por sintetizar, se lo podían haber ahorrado. Y es que en ocasiones como esta mejor es el silencio.

 

UNOS BUENOS AMIGOS

 


No eran muchos, pero armaban el suficiente ruido como para poder ser escuchados por quienes transitaban a esa hora por Carretería, en el punto estratégico de cruce con Sánchez Vera y Doctor Chirino. Los oí un rato y leí sus pancartas, sintiendo algo de solidaridad con ellos, aún sin entender muy bien la naturaleza del problema que se debate, algo consustancial ya en este país nuestro, en el que todo, sin excepción, se discute y alimenta la polémica, sobre todo si hay leyes por en medio (y no quiero decir aquí nada de la barbaridad del Sí es Sí, que ya veremos en qué para). Durante mi ya larga vida he tenido tres perros, y creo que a todos los traté con respeto y cariño, afecto que ellos me devolvieron. Ahora ya no quiero ninguno, porque cuidarlos requiere una atención suficiente, además de tiempo, de manera que es mejor que estén en otras manos. Pero comparto cualquier movimiento, como este de la foto, encaminado a proteger a estos animales, bien calificados como el mejor amigo del hombre. Lo son, y conviene respetarlos, cuidados y no maltratarlos. Y que las leyes los amparen. Que es lo que me parece pedían estos pacíficos manifestantes protestones.

sábado, 4 de febrero de 2023

UN FEO DETALLE CALLEJERO

 

Por regla general, los seres humanos que habitamos en la ciudad de Cuenca nos quejamos del pésimo nivel que alcanza la limpieza callejera y eso incluso a pesar de reconocer el esfuerzo que hacen los trabajadores que se dedican a tales utilísimas tareas. Pero además de la limpieza en sí misma hay otro aspecto colateral no menos importante, el que afecta a los contenedores que invaden calles y aceras, cuyo aspecto descuidado es casi tan preocupante como la suciedad misma. Y si para muestra basta un botón, aquí está el de la foto, situado además al lado mismo de Carretería, para que se pueda ver bien. Por supuesto que son muy censurables los bárbaros que llevaron a cabo este destrozo, pero una vez consumado la reacción de la autoridad competente debería ser inmediata: retirar el contenedor destrozado y sustituirlo por otro en correctas condiciones. Eso parece lo más lógico.