Por regla general, los seres humanos que habitamos en la ciudad de Cuenca
nos quejamos del pésimo nivel que alcanza la limpieza callejera y eso incluso a
pesar de reconocer el esfuerzo que hacen los trabajadores que se dedican a
tales utilísimas tareas. Pero además de la limpieza en sí misma hay otro
aspecto colateral no menos importante, el que afecta a los contenedores que
invaden calles y aceras, cuyo aspecto descuidado es casi tan preocupante como
la suciedad misma. Y si para muestra basta un botón, aquí está el de la foto,
situado además al lado mismo de Carretería, para que se pueda ver bien. Por
supuesto que son muy censurables los bárbaros que llevaron a cabo este
destrozo, pero una vez consumado la reacción de la autoridad competente debería
ser inmediata: retirar el contenedor destrozado y sustituirlo por otro en
correctas condiciones. Eso parece lo más lógico.
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