miércoles, 15 de enero de 2025

TOCA PAGAR POR LA CULTURA

 

Se acaba de abrir la veda y ahora toca esperar a ver qué pasa, como reacciona el personal (o sea, todos nosotros) y si la medida anunciada (y que ha entrado en vigor en algunos sectores) afecta negativamente o si, como yo espero y sería deseable, no se produce una reacción positiva, sino de total normalidad. Porque ocurre que desde ya mismo se terminó la gracia de poder entrar gratis a los museos de Cuenca (en otras ciudades no se ha hecho tal cosa), que entró en vigor, nadie sabe muy bien por qué, con ocasión de la dichosa pandemia del coronavirus. Alguien pensó (e insisto, no se muy bien por qué) que en semejante calamidad era bueno conceder el status de la gratuidad a los museos. Los cines, los teatros y los estadios, han seguido cobrando puntualmente, como si tal cosa. La catedral también, y es un importante receptáculo de arte, pero los museos no. Hasta ahora, que el alto mando, o sea, el poder ejecutivo, ha decidido que se acabó semejante gabela y toca volver a pagar, algo que debería considerarse totalmente normal, aunque siempre hay algún demagogo oportunista que sale al escenario con la matraca de que la cultura debe ser gratuita. El fútbol, no, y las raciones de gambas o de morteruelo tampoco, pero la cultura sí. El pensamiento normal debería ser exactamente el contrario y si todos reaccionamos como aquí insinúo y espero, no se producirá ningún desajuste y los usuarios de los museos seguirán visitándolos con la misma normalidad que hasta ahora. Veremos. La medida, según me han contado, está ya en vigor en los Museos de la Junta de Comunidades y en la Fundación Antonio Pérez.

viernes, 10 de enero de 2025

UNA BUENA IDEA, A MEDIAS

 


Aparentemente, sobre el papel, la idea era buena, puesto que se había podido comprobar que llevar los autobuses por la calle Doctor Chirino, con salida a Carretería, en mitad de los peatones y las terrazas, no era una solución adecuada. Como los seres humanos tenemos la posibilidad de cambiar (cosa que no todo el mundo practica) alguna mente pensante municipal pensó, con buen criterio, que era conveniente cambiar esa situación y se le ocurrió como alternativa razonable llevar a los autobuses bordeando el parque de San Julián para salir por la calle Noheda a la de Aguirre. ¿Saben ustedes eso de que es peor el remedio que la enfermedad? Sobre el papel, mirando el plano, debió parecer que la idea era buena. A nadie se le ocurrió calibrar las dimensiones de los autobuses y las características de las esquinas que deberían sortear, hasta seis una detrás de otra. El conflicto se descubrió de inmediato y la solución rápida fue anular varias esquinas para que no pudieran aparcar los coches, dificultando las maniobras de giro de los autobuses, pero tan sabia decisión no ha sido suficiente. Los atascos en ese tramo de calles son constantes, para irritación de los conductores dispuestos a perder la paciencia y darle alegremente al claxon, por no hablar de los conductores de autobuses que ven cómo se les va el horario atrapados en un incómodo trayecto callejero. Así que la presunta buena idea se ha evaporado. Ahora estamos a la espera de otra, a ver si probando se encuentra la solución que no sea peor que la enfermedad.

DESPEDIDA DEL AÑO ZÓBEL

 


Quedan pocos días para que se pueda visitar la interesante exposición “Arte japonés en los libros del fondo Fernando Zóbel de la Biblioteca Municipal” con la que este espacio cultural del Ayuntamiento de Cuenca celebra el centenario del nacimiento del renombrado artista. Para montarla se han seleccionado 26 libros y reproducido 33 ilustraciones que hacen un recorrido por la pintura japonesa desde la Edad Media hasta nuestros días repartidos en cinco salas en sentido cronológico: desde los tiempos más antiguos, en los que el arte imitaba al estilo chino, pasando por la pintura del Periodo Edo y la tendencia tradicional y realista, hasta la pintura de la segunda mitad del siglo XX.

La biblioteca del Museo de Arte Abstracto Español empezó a formarse a partir de las aportaciones personales que fue haciendo Fernando Zóbel, la cual siguió creciendo con la donación que el artista hizo a la Fundación Juan March en 1980 junto con las obras de arte. Cuando el Museo realizó las obras de reforma en sus instalaciones, la biblioteca se trasladó, en parte, a la Fundación Juan March en Madrid, pero otra parte importante se cedió al Ayuntamiento de Cuenca en 1996, con la entrega de un total de 7.284 documentos formados por libros y revistas de arte que hoy forman parte de los fondos de la Biblioteca Municipal de Cuenca. Entre esa importante colección se incluye una serie de libros dedicados al arte oriental de gran belleza y fuerza plástica, como se puede comprobar en esta excelente exposición.

 

martes, 7 de enero de 2025

UNA RAPIDEZ INUSITADA

 


Han terminado las fiestas de Navidad y con una rapidez inusitada, impropia de las costumbres que suelen imperar en la ciudad de Cuenca, al día siguiente ha comenzado el desmontaje de todos los añadidos de estos días, incluyendo los tenderetes que formaron el llamado mercadillo navideño en Carretería, el tinglado festivo que ha dado un golpe más al desamparado parque de San Julián y también la iluminación extraordinaria situada en las calles del centro y que el año pasado, sin ir más lejos, aguantaron hasta el mes de febrero. Pues en este en el que estamos, recién iniciado todavía, ha sucedido todo lo contrario, para pasmo del personal que esta mañana se entretenía con la natural curiosidad en seguir las evoluciones de los técnicos afanándose en el desmontaje de todo lo que, por unos días, ha servido para cambiar el aspecto habitual de la ciudad, el mismo que ya está otra vez en pleno vigor.

lunes, 6 de enero de 2025

DESPUÉS DE UNA NOCHE LOCA

 

Ya se que el infame tipo de pavimento que hay en las calles de Cuenca no ayuda en absoluto a mantenerlas limpias, pero también es cierto que ese utópico objetivo es más difícil de obtener teniendo en cuenta la atávica tendencia hacia la suciedad que se palpa en esta ciudad. Lo del espectáculo cotidiano de los contenedores rebosantes de porquería es ya tema tan manido que a nadie parece interesarle especialmente: nos hemos acostumbrado, que es lo peor que puede suceder. Pero a lo que hoy presto atención es a la imagen deprimente que podemos encontrar en las zonas callejeras inmediatas a los bares de uso frecuente en las noches locas, esas en las que el alcohol corre alegremente junto con otros líquidos de humana producción que sale por donde puede para regar las aceras. Una pena, una falta de educación, y de cuidado, y de sentido del buen trato que mereces una ciudad y sus habitantes.

 

sábado, 4 de enero de 2025

ADIÓS AL TINGLADO DE ANDAMIOS

 


Reconozco un cierto desconcierto, como suele suceder habitualmente cuando aparece algo inesperado. Hace tiempo dediqué en este Blog un comentario al caso singular del edificio situado en la esquina de Carretería con la calle Fray Luis de León, dando frente a la Plaza de la Constitución en el que hace años se colocaron unos andamios y una red metálica envolvente, teóricamente para proteger unas presuntas obras que se iban a realizar en las fachadas o en el interior del inmueble, pero he aquí, ¡oh sorpresa! que tales obras no empezaron nunca a pesar de lo cual el dichoso entramado permanecía en su sitio, sin utilidad aparente, y dificultando el paso de los transeúntes, de manera destacada de quienes pretendían acceder al Horno de Tévar. Lo curioso de este hecho es que en ningún momento pareció importar, ni mucho ni poco, a quienes deben preocuparse por este tipo de asuntos urbanísticos, de manera que la situación se fue prolongando un año tras otro, hasta que ahora, de sopetón, sin previo aviso y sin alharacas informativas, en un pis pas se ha procedido a desmontar el tinglado para que las cosas vuelvan a su ser natural. Orden y limpieza, eso es lo que conviene mantener vigente en todos los rincones de la ciudad. Aunque, y vuelvo al comienzo, ahora uno se siente un poco desconcertado porque ya nos habíamos acostumbrado a esa imagen. Seguro que pronto nos acostumbramos también a la nueva, que es mucho mejor.

SE BUSCA PROPIETARIO O USUARIO

 


El mensaje es claro y transparente: se vende o se alquila. Lo que quiere decir que las puertas de este local están cerradas desde hace ya varias semanas, poniendo en el ambiente del casco antiguo de Cuenca una especie de sentimiento de desamparo, porque Las Tortugas forma parte del barrio desde el año 1975, que se dice pronto, medio siglo ya desde que Sinesio Barquín decidió poner un rumbo diferente en su vida y abrió este local orientado inicialmente a ser un bar de copas, un lugar propicio para los encuentros nocturnos, en un tiempo en el que estas cosas aún aparecían envueltas en un halo de misterio, de transgresión y eso, encima, teniendo que ir hasta la lejanía de lo insondable, porque para esta ciudad subir a los últimos rincones del casco antiguo, fuera de Semana Santa o la Vaquilla, era una aventura propia de las rutas exóticas. Pero el invento funcionó, como también lo hacía el cercano Los Elefantes y así entre uno y otro dotaron a la calle Pilares de un singular encanto que pervivió durante muchos años. Luego Las Tortugas amplió su espectro culinario, a medida que fueron cambiando los tiempos, y las copas más o menos alcohólicas dejaron paso a los montaditos, los canapés, las raciones hasta llegar, después de la muerte de Sinesio y su traspaso a otro propietario, a ser un auténtico restaurante, con carta de platos y terraza en la Plaza Mayor, uno de los lugares más apetecible de este espacio gracias a que es el más alejado de los coches y eso siempre es muy de agradecer. Ahora Las Tortugas está cerrada; sus últimos usuarios han cambiado las molestias (y atractivos) del casco histórico por otro local asentado en el espacio moderno, el Togar y en la ahora bastante silenciosa calle Pilar el letrero advierte claramente de las intenciones: se vende o se alquila. Las semanas van pasando y nadie parece decidirse. Las inmóviles tortugas del emblema esperan a saber cuál será su por ahora incierto destino

jueves, 2 de enero de 2025

LLEGAN AL FIN LOS NUEVOS LETREROS INFORMATIVOS

 


Después de casi diez años mareando la perdiz, por fin se ha producido el parto de los montes y ha empezado en las calles de la ciudad de Cuenca la colocación de los nuevos letreros informativos que, por un lado, sitúan los barrios y espacios de interés y por otro informan de manera individualizada sobre los edificios monumentales. Cabría decir aquí aquello de ¡albricias! y ciertamente la novedad merece ser destacada; más aún si pudiera venir acompañada de plácemes y felicitaciones por el acierto obtenido con el nuevo sistema, pero, ¡ay! me parece que no se pueden echar las campanas al vuelo. Ya se que esto del diseño es materia muy opinable, pues sobre gustos no hay nada escrito y menos si tenemos en cuenta que quienes se dedican a estos menesteres se sienten obligados a mostrarse ingeniosos, audaces, creativos, originales. Como resultado, se producen auténticas maravillas, que podemos ver por ahí en muchos sitios. Pero me temo que en este caso el acierto no ha acompañado ni a la importante empresa especializada que obtuvo la confianza del encargo ni al propio Ayuntamiento, tan confiado en que al fin podría superarse la negra etapa en la que hemos estado inmersos tantos años con la exposición pública de una colección de indicadores que eran ya una auténtica cochambre. En estos cartelones que ahora se implantan hay que señalar como aspecto negativo su excesivo tamaño, sus igualmente excesivos textos, nada fáciles de leer y sobre todo la tonalidad oscura, demasiado oscura, que se ha elegido. Con lo que hemos ganado poco. En orden y limpieza, mucho, pero en eficacia turístico-informativa más bien poco. Una pena.

miércoles, 1 de enero de 2025

AÑO NUEVO, COSTUMBRES VIEJAS

 

Está empezando un año nuevo, este 2025 que echa a andar sus primeras horas. Ha pasado la barahúnda de la celebración, las uvas y el champán y los turrones, los besos y abrazos, las buenas intenciones, el reparto de parabienes por doquier. Todo el mundo rebosa felicidad y cuando se levanta y sale a la calle en busca de un desayuno calentito se encuentra con que en la muy turística Plaza Mayor de Cuenca todos los locales están cerrados, así tal cual lo digo, cerrados, lo que provoca el natural desconcierto de la ciudadanía viajera, porque todo el mundo entiende que hay derecho a descansar, faltaría más, pero también lo hay a servir a la clientela. Que es lo que hace el único local que está abierto, El Secreto de la Catedral, en la calle Obispo Valero, donde el personal hace cola, tal como lo digo, hace cola para conseguir un café. La terraza, naturalmente, está llena, porque el seco frío de esta primera mañana del año no asusta ya a nadie y menos si lo que apetece es echarle algo al cuerpo. De modo que al menos en esta ciudad turística hay por lo menos un listo que abre sus puertas y atiende a los viajeros y paseantes mañaneras. Los demás, como dice el habla popular, están sembrados de ganancias y no necesitan unas perrillas de más.