lunes, 6 de enero de 2025

DESPUÉS DE UNA NOCHE LOCA

 

Ya se que el infame tipo de pavimento que hay en las calles de Cuenca no ayuda en absoluto a mantenerlas limpias, pero también es cierto que ese utópico objetivo es más difícil de obtener teniendo en cuenta la atávica tendencia hacia la suciedad que se palpa en esta ciudad. Lo del espectáculo cotidiano de los contenedores rebosantes de porquería es ya tema tan manido que a nadie parece interesarle especialmente: nos hemos acostumbrado, que es lo peor que puede suceder. Pero a lo que hoy presto atención es a la imagen deprimente que podemos encontrar en las zonas callejeras inmediatas a los bares de uso frecuente en las noches locas, esas en las que el alcohol corre alegremente junto con otros líquidos de humana producción que sale por donde puede para regar las aceras. Una pena, una falta de educación, y de cuidado, y de sentido del buen trato que mereces una ciudad y sus habitantes.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario