Uno no
acaba de encontrar sorpresas a cada paso que da. Algunas sobreviven años y
años, sin que a nadie parezca importar demasiado, seguramente porque todo el
mundo se acostumbra y a nadie llama la atención. Entre otros motivos, porque el
indicador no sirve para nada y a fin de cuentas da lo mismo que esté o deje de
estarlo. Por ejemplo, este que hoy traigo aquí, un cartelucho situado a la
entrada del paraje de El Chantre, que dice nada menos que esa es una propiedad
privada. ¿Privada? ¿De quién? A lo mejor lo peso in illo témpore quien
gestionaba el chiringuito que había allí, pensando que de ese modo protegía su
negocio, del que, por cierto, hace años no queda el menor rastro. Pero ahí
sigue el cartelito, anunciando una propiedad privada en un terreno que es claramente
público, de todos. Sospecho que va a seguir estando ahí durante muchos años
más. Y si no, al tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario