Hay
una curiosidad que, me parece, no ha generado muchos comentarios en la prensa
española, incluyendo las redes sociales, ambientes de tertulianos radiofónicos
o televisivos y otros ambientes semejantes en los que se habla de todo lo
divino y lo humano. No se si es que hay excesivo respeto por el tema o si se
están produciendo algunas de esas intromisiones que en forma de censura
implícita hacen que en estos tiempos no se hable de asuntos que alguien
considera incorrectos. Voy al grano. El Papa Francisco está de viaje otra vez,
ahora en Lisboa, donde está siendo aclamado por las multitudes juveniles
llegadas de todo el mundo, como se ve en esta foto distribuida por la Agencia Efe. Dicen los órganos vaticanos que entienden de estas cosas
que el pontífice actual ha hecho ya con esta 42 visitas apostólicas en la que
ha ido a 59 países, tres de ellos en dos ocasiones (Grecia, Hungría y
Portugal), pero en cambio (y esto lo digo yo) entre tanto trajín no ha tenido
tiempo (¿o ganas?) de venir a la cercana España. No es que yo tenga ningún
interés especial en que se produzca semejante visita, que me da exactamente
igual. Lo anoto aquí sólo a título de curiosidad, volviendo a decir, como al
comienzo, que no se qué es más extraño, que Bergoglio no quiera venir a la
católica España, hija dócil del gobierno vaticanista o que los medios y
comentaristas de este país no digan nada nunca. Y si alguno ha levantado la
voz, yo no me enterado, que también puede ser.
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