Tal día como hoy, 6 de agosto, pero del año 2015, las
familias de familias de Marina Okarynska y Laura del Hoyo Chamón denuncian
su desaparición, tras haber pasado varias horas desde la última vez que
tuvieron noticias de ellas. Casi de inmediato, surgen las sospechas sobre la
posible implicación del antiguo novio de Marina, Sergio Morate, detalle muy
curioso porque viene a decir que, por regla general, estas cosas se huelen, sin
necesidad de que se plantean pruebas reales ni de que la sesuda investigación
policial se realice de un modo científico. Algo hay en el ambiente que permite
deducir la realidad de lo sucedido, como comprobamos diariamente en todo tipo
de sucesos. En ese momento, aquel día, se ponía en marcha una gran operación
colectiva en la que participó mucha gente dando pistas o sugerencias sobre lo
que podría haber pasado y lo que se temía se confirmó, apenas en un par de
días, proporcionando a los medios, los serios y los escandalosos, materia
suficiente para alimentar el morbo colectivo. De esa manera y durante unas
cuantas fechas, Cuenca pudo estar en el candelero de la información, cosa que
sucede muy raramente, pero estas noticias consiguen el milagro de ocupar
minutos en los informativos y en que lleguen hasta aquí enviados especiales.
Así son las cosas y así está todo montado. Para las pobres chicas, asesinadas, todo
esto importó realmente poco. Pero no está de más, creo, recordar este drama que
el tiempo no ha borrado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario