Parece una ironía del destino, una aplicación singular del
nunca llueve a gusto de todos, un afán por fastidiar unos momentos de alegría
colectiva, pero así ha sido o así hay que interpretarlo. Apenas unas horas
después de conocer la noticia de que Cuenca será la capital española de la
gastronomía para el año próximo, va el jurado de los Michelines y decide
suprimir la única estrella que hasta ahora tiene un restaurante conquense, el
que regenta el chef Jesús Segura en Trivio. Más aún, para aumentar la
ignominia, Cuenca es la única provincia de Castilla-La Mancha que no tiene ni
un solo restaurante incluido en el famoso repertorio de las estrellas gastronómicas.
Los entendidos explican que la apertura de las Casas Colgadas está tan reciente
que el jurado no ha tenido tiempo de calibrar la calidad o la importancia de
este nuevo espacio de comidas. Argumento correcto, si se quiere ver así, pero
¿por qué han eliminado la estrella de Trivio? Conclusión: que nos hemos quedado
compuestos y sin reconocimiento culinario que llevarnos a la publicidad de la
capital gastronómica de España.
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