jueves, 4 de febrero de 2021

POR AHÍ EMPEZÓ LA MODERNIDAD

 


         Fue hace cien años, ayer mismo, como quien no quiere la cosa, pero por ahí empezó la modernización de una ciudad llamada Cuenca, hasta entonces volcada en su incómodo (y en muchos sentidos, insalubre) casco antiguo, del que las gentes ya habían empezado a bajar para poblar la llanura, teniendo como punto de referencia un eje urbano llamado La Carretería, que iba desde el Puente de San Antón hasta la Ventilla, dejando a su lado un conglomerado de huertas que impedían el desarrollo racional de ese proceso.

         El camino resultó, como siempre ocurre en muchos sitios, especialmente en Cuenca, largo, complicado y proceloso. Arrancó en 1893 de manera que tuvieron que pasar más de 25 años para que por fin pudiera empezar a tomar forma la idea municipal de urbanizar las huertas de la Albuera, regadas por el Huécar, desecar el terreno y empezar a desarrollar el Plan de Urbanismo que se había proyectado, teniendo en el centro un  hermoso jardín (algo que no existía en la ciudad) y a su alrededor una formación sucesiva de edificios públicos de noble diseño, que ofrecerían un vistoso empaque visual. El primero de esos edificios, el de Correos, resultó un fracaso y nunca llegó siquiera a entrar en servicio, arruinado antes de servir para algo.

         El segundo tuvo mejor suerte. Las obras del Banco de España empezaron en 1923 y esas sí que fueron adelante, hasta culminar la construcción de un elegante inmueble que hoy, cien años después, sigue en su sitio, aunque ya no se llame Banco de España. A esos momentos iniciales corresponde esta imagen, que lleva la firma del fotógrafo Campos, uno de los pioneros en la técnica fotográfica en Cuenca.

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario