Hay que reconocer que el Ayuntamiento de Cuenca
se esfuerza en intentar resolver un problema en apariencia imposible, el del
tráfico por las enrevesadas calles del centro de esta ciudad. Naturalmente, lo
mejor sería suprimirlo por completo, pero no creo que eso vaya a suceder en lo
que queda de siglo e incluso es muy dudoso que en el próximo alguien se atreva
a hacerlo. A falta de tener energías para adoptar una decisión firme y radical,
lo que se hace es poner parches, uno aquí, otro allá y la cosa no solo no mejora,
sino que incluso parece empeorar. La última chapuza, cambiar la ruta de los
autobuses urbanos, para poner fin a la anomalía de que, al salir de la calle
Doctor Chirino, entraran en la zona peatonal de Carretería, con el consiguiente
sobresalto para los inocentes peatones y sus terrazas. La solución: rodear la
calle del parque de San Julián para por la de Noheda salir a Aguirre, lo que
supone una sucesión de apretadas esquinas en las que ha sido preciso eliminar
varias plazas de aparcamiento. Éramos pocos… Todo ello, y a eso va finalmente
este comentario, ha traído consigo una nueva parada del bus, en la calle José
Cobo, delante de la Casa Catalina, ubicación que se ha señalizado con la
chapucera inscripción que aquí se reproduce. La verdad, esto no mejora.
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