En esta ciudad nuestra, tan descuidada en tantas cosas, hay algunas que se toman con total seriedad, que si se aplicaran a otras cuestiones de más fuste y enjundia, sin duda nos harían mejores y más productivos. Veamos por ejemplo la constancia y seriedad con que quien quiera que sea se preocupa de llevar puntualmente el control de los días que faltan para San Mateo y cambia diariamente el calendario aupado en lo alto de restaurante Mangana. No falla ningún año ni se le olvida ningún día. Pues eso: si a todo lo que tiene que ver con Cuenca se aplicara esta misma norma estaríamos navegando por el paraíso de las maravillas.
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