jueves, 1 de junio de 2023

LA SERRANA ESPIGA MORENA DE CUENCA

 


Estoy en Carretería, contemplando el paso de la virgen de la Luz y haciéndole algunas fotos, vicio natural en todo aquel que sale a la calle llevando una cámara en el bolsillo. A mi lado, un hombre, que es fácil señalar como forastero, comenta, dirigiéndose a mí: “Oiga, esa imagen es muy oscura; ¿es que tiene algún defecto?”. No señor, le digo, es una virgen negra, lo que quiere decir que es de origen medieval. En España hay bastantes como ella.

El señor se aleja, no se si convencido o todavía envuelto en dudas. Por mi parte, me pregunto si los cientos de espectadores que animan Carretería en esta mañana festiva son conscientes de que aquí, en Cuenca, tenemos una de las 51 Vírgenes negras contabilizadas en España y me vienen a la cabeza los hermosos versos de Federico Muelas:

Serrana espiga morena,

Di, ¿qué sembrador divino

Entre la roca y el pino

Lanzó tu semilla buena?

Qué bonito epíteto: serrana espiga morena. Cosas así solo las dicen los poetas.

Pero volvamos a las vírgenes negras, que empiezan a aparecer en España tras la Reconquista. Antes, no hay ninguna de ese color y cuando surgen predominan los tonos claros. No hay ninguna explicación que nos informe de por qué, en algún momento de la Edad Media, algunos tallistas las hicieron con esa tonalidad oscura. Se ha querido explicar que la causa estaba en la madera elegida, que por motivos naturales sufrió alteraciones cromáticas a causa de hongos; la teoría tiene un fallo: si eso ocurría con las vírgenes, ¿por qué no también con las imágenes de Jesús y los santos, que se hacían con las mismas maderas? En otros casos se han querido buscar explicaciones esotéricas o iniciáticas, vinculadas a algunos cultos paganos sobre diosas antiguas, pero tampoco es posible encontrar una vinculación razonable entre estas figuras propias de países orientales (Egipto, sobre todo) y España.

Para resumir y no hacer largo este artículo, resumiré diciendo que el caso de las vírgenes negras es un auténtico y total misterio. Quien tenga curiosidad por profundizar puede leer “El enigma de las vírgenes negras”, de Jacques Huynen; Barcelona, 1977, Plaza y Janés.

 

Vírgenes negras muy conocidas son la de Montserrat en Cataluña, la de la Almudena en Madrid, la andaluza Virgen de Regla, la extremeña Virgen de Guadalupe. Y la Virgen de la Luz, de Cuenca, que hunde sus raíces populares en aquellos tiempos confusos de la Edad Media, tan admirables por otros muchos motivos.

 

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