viernes, 8 de abril de 2022

UN PENOSO ESPECTÁCULO COTIDIANO

 


Una de dos, o los ciudadanos generamos cada vez más porquería en nuestras casas y locales comerciales o el servicio de limpieza callejera funciona cada vez peor o con más lentitud. O, a lo peor, son las dos cosas juntas. El caso es que cualquier recorrido por las calles de Cuenca nos ofrece, de manera sistemática en todas partes, el mismo penoso espectáculo de contenedores llenos a rebosar y los recipientes de basura, o cajas de cartón, o plásticos, amontonándose en los alrededores. Estos que aquí acompaño son imágenes reales, tomadas al albur callejero, en lugares muy céntricos de la ciudad y ahí están y ahí permanecen durante horas y horas, quizá días, alimentándose de manera constante, porque la generación de desperdicios parece no terminar nunca, antes al contrario, se enriquece de manera progresiva, como si suciedad y porquería atrajeran a más integrantes de tan curioso cortejo. El ser humano, tan inventivo y creador, debería encontrar la fórmula de evitar estos penosos espectáculos. Lo malo, voy pensando, es que ya estamos tan acostumbrados que nos parece normal ver las calles convertidas en un gigantesco basurero permanente.

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