lunes, 20 de diciembre de 2021

EL RELOJ DE NOTARIO, EN DESCANSO

 


Carretería es una de las calles más desnaturalizadas de Cuenca, a fuerza de ir eliminando y suprimiendo sus detalles característicos, los que le dieron una amistosa personalidad decimonónica, que se ha ido diluyendo, evaporando, a medida que fue avanzando el siglo XX, hasta llegar a la amorfa situación actual. Sobre todo, han ido desapareciendo los viejos edificios que le daban el carácter de capital pueblerina, que es lo que es Cuenca, aparte sus ínfulas de Ciudad Patrimonio de la Humanidad, distinción que se refiere solo al casco histórico. Pero Carretería es otra cosa, gracias todavía a la pervivencia de algunos vetustos establecimientos que van camino de cumplir un siglo de vida (Librería Evangelio, Droguería Pepe, Óptica Notario) y, con ellos, algunos detalles simbólicos. Por ejemplo, el reloj de Notario, al que las miradas se dirigen siempre, por rutina, cuando el paseante va por esas aceras y quiere encontrar la noticia de la hora. El reloj de Notario está estropeado, fuera de servicio. Y el transeúnte se siente como desamparado por no poder saber la hora que es en ese momento. Podría mirar su propio reloj, claro, pero no es lo mismo. Lo que le gusta es levantar la mirada y encontrar las manecillas en su justa posición. Han sido unos días en paro, unos días en que las miradas, cuando iban en busca del reloj, lo encontraban envuelto en una malla protectora y eso, estoy seguro, ha provocado un sobresalto a más de uno, por si acaso la ocultación era definitiva. Pero no: el reloj de Notario ya está reparado y vuelve a marcar las horas de Carretería.-

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