domingo, 13 de septiembre de 2020

COMO SI NO PASARA NADA

 


            Los informativos, tanto de radio como de TV, están empeñados en un singular combate: a ver cuál de ellos cuenta más calamidades en el tiempo que tienen disponible. En esa competición, no importa que todos los días, a todas horas, repitan lo mismo. Disfrutan contándolo y acongojando al personal. No se sabe ya cuántos cientos de veces nos han desmenuzado los problemas del turismo, la ruina de los bares y restaurantes, el desastre de las tiendas de cualquier especialidad comercial. Siempre dicen lo mismo y lo repiten porque siempre hay un desdichado que está dispuesto a contar sus problemas, que son los mismos del informativo anterior o del día precedente. Mientras las terrazas de un sitio pacífico y anónimo, llamado Cuenca, están a tope a todas horas; para comer en el casco antiguo un día cualquiera y más si es fin de semana, hay bofetadas y lista de espera. De tráfico no digo nada, un atasco por aquí y otro por allá. Pero, claro, esas cosas no salen en la radio ni en la tele, y menos que en ninguna en La Primera, que ha hecho cuestión de honor demostrar que en este país todo va mal, fatal, un desastre y que no se puede vivir en ningún sitio ni tomar una cerveza en parte alguna. Si en vez de estar enviciados con Madrid se dieran una vuelta por aquí verían otra cosa. Pero eso no debe interesarles.

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