Me parece (y es una impresión personal, quizá equivocada, por lo que puedo corregirla si hace falta) que el mirador dedicado a José Luis Coll, diseñado por Luis Roibal y conservado a trancas y barrancas por Luis Cañas hasta pocos meses antes de su muerte, me parece, digo, que es uno de los espacios menos conocidos, menos visitado y más desaprovechado de cuantos hay en esta ciudad. Y si esta es una impresión personal, hay algo rigurosamente cierto: que al Ayuntamiento de Cuenca le importa bien poco cuidar de los detalles y como prueba, aquí va este botón, el de uno de los soportes presuntamente informativos en el que, como se puede comprobar, no es posible leer ni ver absolutamente nada, tal es el grado de deterioro que presenta. Más valdría eliminarlo por completo que tenerlo ahí, a la vista de todo el mundo, aunque sean pocos los que lo ven.

No hay comentarios:
Publicar un comentario