La
nueva Navidad, la de este año, nos ha traído también una feria infantil. El
grueso lo han vuelto a montar en el parque de San Julián, ese desgraciado y
deteriorado espacio que desde el Ayuntamiento prometen en cada ocasión que ya
no lo volverán a hacer más, pero lo hacen, a la vuelta de la esquina, en cuanto
aparece La Caixa con uno de sus montajes, o llega la Feria del Marisco o lo que
sea porque, al parecer, en esta benemérita ciudad de Cuenca no hay ningún sitio,
ningún espacio público adecuado en el que montar estas cosas. Es preciso
machacar el parque de San Julián y esta es una tarea que se está llevando a
cabo de manera concienzuda. Pues bien, mientras en el parque han montado para
estos días un auténtico ferial con toda clase de elementos de diversión para
niños (y algunos no para tan niños) en el Plaza de la Constitución han
instalado este pequeño y bonito tiovivo, que sin alharacas ni estropicios
también contribuye a que los días navideños queden marcados de una forma
especial. Y eso sí, sin hacer daño, ni al ambiente, ni al sitio. Casi, casi, lo
podrían dejar puesto todo el año. Al fin y al cabo, niños hay siempre, incluso
después de Navidad.
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