Es consolador ver que el arte y el
entusiasmo no decaen entre nosotros, aunque a veces el desánimo (o el
pesimismo) inviten a dar forma a una impresión contraria. Pues no: hay
pintores, hay artistas y son capaces de presentarse unidos como para
convencernos a todos de su existencia y su presencia. Un grupo de ellos
presenta ahora sus obras en el Teatro-Auditorio, que así se ennoblece un poco
más con la presencia de estos cuadros, cuya presentación impulsa el dinámico e
incansable Carlos Codes. En esa relación hay nombres ya muy conocidos y otros
menos, cada uno con su peculiar estilo, su forma de ver las cosas, el sentido
con el que combinan las formas y los colores. El otoño, sin duda el momento más
peculiar y significativo de la vida en Cuenca, ayuda a impregnar esta cita de
un sentido especial, el que corresponde a esta época. Es un buen momento para
ir a ver esta colección de arte, de mucho arte que como digo al comienzo nos
consuelo porque nos hace ver que estamos vivos, la ciudad está viva, el arte
continúa.
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